Si la situación persiste como hasta ahora, el sida cobrara la vida de más de doscientos millones de personas en las próximas dos décadas. A pesar de los enormes esfuerzos, la infección por el virus casual, el VIH, se está extendido con el doble de velocidad que hace cinco años, dejando a su paso tragedia, miseria, angustia y aflicción, destruyendo familias, devastando comunidades y dañando su economía.